Un sueño en defensa de la Amazonía
Zanja Arajuno posee una experiencia acumulada de 25 años de trabajo con la vida silvestre pues es el sueño continuado del ex Centro Fátima, fundado por Medardo Tapia y Ruth Arias, como centro experimental de la Escuela Politécnica de Chimborazo y posteriormente, proyecto pionero de la Organización de los Pueblos Indígenas de Pastaza (OPIP) para el manejo, cría y reproducción de animales silvestres amazónicos en un territorio otorgado en comodato por el Consejo Provincial de Pastaza. Este convenio terminó en el 2012.
Cuando tenía 20 años, Medardo Tapia tuvo una visión al ingerir floripondio (wantuk) que le mostraba a un hombre de espaldas conduciendo a diversos tipos de animales hacia un árbol gigante, parecía un pastor. Como residente en Puyo entendió que su sueño era la proyección de su vida futura en defensa de la Amazonia. Medardo había escuchado de los ancianos o «taitas» que el Sacha Runa es el espíritu protector de los animales y por eso se siente convocado a ser su ayudante. Como ingeniero agrónomo, ya no cuidaría vacas ni ovejas, sino especies silvestres. Así se dio la relación con la OPIP.
¿Por qué es importante?
De todas las provincias que comprende la región amazónica ecuatoriana, las de Orellana y Pastaza están entre las que registran una mayor diversidad biológica del mundo. En estos tipos de bosques tropicales orientales existen cerca de 150 especies de anfibios, algunas de las cuales están en peligro de extinción.
Una característica especial del lugar es que se encuentra situado geográficamente en la franja de amortiguamiento que se conecta con el corredor ecológico OGLAN (proveniente de la zona montañosa de Arajuno) lo que es ecológicamente importante en términos biológicos y científicos debido a la diversidad de ecosistemas que posee, principalmente por las fuentes hídricas que lo circundan. Zanja Arajuno cuenta con un bosque siempre verde piemontano que aloja especies únicas en la región. Tal es el caso de poblaciones remanentes del anfibio arlequín espumoso Atelopus spumarius, especie que ha sido registrada e investigada durante algunos años en Zanja Arajuno por el biólogo Diego Acosta. Esta especie se considera un indicador biológico y es evidente que estas poblaciones están en grave riesgo de extinción por la destrucción de sus hábitats.
En Pastaza, habitan 7 de los 11 pueblos y nacionalidades indígenas del Ecuador, lo que proporciona una riqueza y diversidad cultural única de la región amazónica. La relación con la Comunidad campesino-mestiza Mariscal Sucre, ha propiciado la expansión de zonas territoriales con posibilidades de intervención eco turística.