Encuentro de saberes

Convergencia de lxs amantes de la biodiversidad

Encuentro de saberes

¿A QUÉ LE LLAMAMOS “ENCUENTRO DE SABERES” EN ZANJA ARAJUNO?
A las instalaciones, espacios naturales de puertas abiertas y procesos de enseñanza-aprendizaje transdisciplinarios donde puedes venir a desarrollar tus sueños y proyectos para ayudar a la auto sustentabilidad de la reserva.
El encuentro de saberes es una invitación a contribuir con nuestro objetivo de visibilizar las experiencias y prácticas adecuadas del uso de la tierra, sus dinámicas e interacciones de la multitud de vidas que la habitan.
Es un laboratorio vivo donde niñxs y adultos pueden aprender, enseñar, compartir e inspirarse, desde sus diversas visiones y contextos, en espacios rodeados de naturaleza.
El encuentro de saberes pretende erigirse en un espacio holístico que posibilite la convergencia de diferentes disciplinas que confluyan integralmente al fortalecimiento del conocimiento en sus múltiples manifestaciones.
Es la convergencia de lxs amantes de la biodiversidad, la permacultura, la educación alternativa, el trabajo voluntario, las artes y creatividad.

¿POR QUÉ EXISTE?
Porque para nosotros, todos los procesos y fenómenos del mundo material y espiritual están sujetos a un continuo cambio y movimiento y por tanto, dichos fenómenos son históricos y transitorios; de allí que nuestra actividad busca no transgredir las leyes que rigen y equilibran la naturaleza.
Nuestros principios fundamentales se sostienen en la concatenación universal de los procesos y fenómenos de la realidad que interactúan en el intercambio de saberes entre las comunidades locales amazónicas y nuestra estrategia de conservación de la biodiversidad orientada al encuentro de saberes ancestrales en diálogo permanente con el conocimiento occidental para un objetivo común: el cuidado de nuestra casa, la selva amazónica.

¿QUÉ PROYECTOS DE ZANJA ARAJUNO INTEGRAN EL ENCUENTRO DE SABERES?

 

Encuentro de saberes

La biblioteca «Yachay Wasi» fue una idea que surgió impulsada por sentimientos de amor, amor infinito por la lectura y los libros que Medardo Tapia muestra con pasión e inspiración, amor por los niños y amor por las manos trabajadoras que cultivan los campos y habitan la selva amazónica. Zanja Arajuno ha llevado a cabo un proceso continuo de formación con la comunidad campesina Mariscal Sucre, enfocándose principalmente en los niños y niñas para fomentar una nueva generación comprometida con la conservación y utilizar el arte como herramienta educativa, donde la lectura juega un papel importante.

la Biblioteca «Yachay Wasi», es un espacio abierto donde también se realizan talleres de toda clase, desde talleres de teatro para niños,  hasta procesos de formación para campesinos, pueblos y nacionalidades, en temas tales como: agroecologías, educación ambiental, violencia de género, etc., queremos que se convierta en un verdadero encuentro de saberes, donde sus libros son un instrumento valioso para la transmisión, complementación, y divulgación del conocimiento.

Si bien el trabajo realizado ha tenido como motor principal la protección y conservación de la naturaleza, este no sería completo sin abordar al ser social y sus realidades. Por ello, se ha ampliado el contenido al ámbito social, abarcando temas como la migración y la realidad socioeconómica, vitales para desarrollar una estrategia de conservación donde los saberes ancestrales y el conocimiento occidental se entretejen. A través de la lectura y las actividades lúdicas, se ha logrado crear una herramienta atractiva para el aprendizaje y la concientización.

Este trabajo fue creando la necesidad de generar un espacio para la lectura, un lugar abierto para todos y todas, niños y niñas, adolescentes, comuneros y visitantes de toda índole que pudieran encontrar un libro que les llamase la atención. Se recuperaron libros de centros de reciclaje que iban a ser destruidos, recibimos algunas donaciones de visitantes que llegaban a Zanja Arajuno y poco a poco fue surgiendo la idea de una biblioteca al aire libre, el leer un libro mientras se disfruta de la naturaleza, o tener una guía de campo para identificar una especie biológica. Un espacio para grandes y pequeños. Poco a poco se ha logrado recopilar libros de diferente índole para ir formando la biblioteca y para impulsar esta iniciativa, en 2021 se estableció un Tambo de lectura en la comunidad Mariscal Sucre.  Los Tambos de Lectura son una iniciativa del Ministerio de Cultura y Patrimonio, a través del Plan Nacional del Libro y la Lectura José de la Cuadra, y en el marco de la cooperación interinstitucional con la Organización de Estados Iberoamericanos para la Educación, la Ciencia y la Cultura (OEI). Se trata de espacios de mediación lectora ubicados en lugares estratégicos por su ubicación geográfica y su capacidad para convocar a comunidades que han estado habitualmente relegadas de instancias lectoras. Alrededor de 17 niños y niñas de la comunidad participaron del proceso, que tuvo una gran acogida, los niñxs participaron en actividades lúdicas que fomentaban la lectura, empezaron a llevar libros a su casa en calidad de préstamo para que este interés en la lectura tuviera incidencia en el núcleo familiar.

La pérdida de la biodiversidad no se evidencia sólo en la disminución de especies nativas de flora y fauna,  sino también desde el punto de vista económico, pues si bien el monocultivo garantiza un mayor volumen de  producción en menos tiempo, lo cual permite al agricultor/a competir y ofrecer mayor cantidad de producto en  el mercado, también implica un alto riesgo de pérdidas considerables si este sistema de cultivo se llegase a  afectar por plagas o factores climáticos. Así, en poco tiempo, los suelos pierden su fertilidad debido a que no  son aptos para estas formas de cultivo y el/la campesino/a se ve obligado/a a utilizar fertilizantes químicos y  ampliar la frontera agrícola. La dependencia de un monocultivo perjudica la soberanía alimentaria de las  familias.

Existe un desconocimiento del manejo ancestral equilibrado del bosque y se toma como única alternativa la  utilización de técnicas occidentales que deterioran la biodiversidad. Por ejemplo, cultivar en un mismo espacio  yuca, ají y tomate, puede conservar mejor el suelo que sembrar sólo naranjilla y esperar los tiempos de  cosecha sin ninguna otra alternativa.  

El trabajo con la tierra requiere de mucho tiempo y paciencia y los réditos no siempre se dan en relaciones  justas. Una característica es el abandono de tierras por migración externa e interna, lo que ocasiona una venta  de tierras cada vez más rotativa y desarraigada del valor real que podría generarse. Por ejemplo, un propietario  vende una hectárea de tierra en USD 1000, el nuevo dueño siembra papa china y debe talar el bosque, la  cosecha puede rendirle tres veces, pero a la cuarta, deberá utilizar pesticidas; y, el tiempo de cuatro meses  de crecimiento se ralentizará, mientras llegan las lluvias que erosionan el suelo sin la protección de otras  especies vegetales.  

Zanja Arajuno busca brindar alternativas a la pérdida de la biodiversidad, a través de su experiencia desde  una mirada más integral, usando las artes y la edu-comunicación ambiental como herramientas principales.  Por auto gestión, mingas y trabajo de nuestra comunidad de voluntariado, se ha implementado una chakra  (cultivo ancestral) para la sustentabilidad alimentaria de la reserva (actualmente, existe un invernadero que se  construyó hace diez años y que produce: ají, pepinillo, tomate, perejil del monte, entre otros) como efecto de  réplica en las fincas cercanas, para sustento familiar y diversificado de productos. Se trata de un proceso de  largo aliento con fases de alcance local.

La ciencia ciudadana es un enfoque en el que la sociedad civil participa activamente en la investigación científica.  implica la participación de personas no científicas en actividades científicas, como la recopilación de datos, análisis y divulgación de resultados. Esto puede incluir a individuos, comunidades locales, grupos de interés o incluso a través de plataformas en línea. Este enfoque tiene múltiples beneficios, como la ampliación del alcance y la capacidad de recopilación de datos, la promoción de la alfabetización científica y el fortalecimiento de la conexión entre la ciencia y la sociedad. Además, puede fomentar la participación cívica y el empoderamiento de las comunidades locales en la toma de decisiones informadas sobre temas científicos y ambientales.

visitas pedagógicas y campamentos.

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