Poseemos 50 hectáreas de bosque natural, un laboratorio vivo para investigación.
La multitud de las vidas en equilibrio
Para la subsistencia como especie, los seres humanos cultivamos la tierra. Para ello, históricamente se han desarrollado prácticas agropecuarias, unas destructivas y otras, más equilibradas con la naturaleza.
Dentro de las prácticas agropecuarias que tienen que ver con un uso inadecuado de la tierra, sujeto a intereses de empresas y monopolios, está la sustitución de bosques naturales para la implementación de monocultivos, es decir, la producción de una sola especie vegetal en grandes extensiones de tierra lo que implica eliminar toda la diversidad biológica que allí existía y que cumplía una función vital para el equilibrio del ecosistema que ha sido intervenido.
En contraste, milenariamente los pueblos indígenas, campesinos y comunidades locales, poseen conocimientos ancestrales más respetuosos con las dinámicas de la tierra como los policultivos o sistemas agro biodiversos que, a diferencia de los monocultivos, privilegian el manejo de multitud de especies, cuyo resultado desemboca en la sostenibilidad de los ecosistemas.
Tomando en cuenta estas dos realidades respecto al uso y manejo de la tierra, en el contexto de la infinitud del universo y de las tareas a resolver, el Centro Ecológico Zanja Arajuno apuesta a un salto cualitativo: El encuentro de saberes.
La implementación del encuentro de saberes inició ya su proceso con actividades direccionadas a la restauración vegetal, educación ambiental y producción para el auto consumo de hortalizas, cultivadas en el invernadero de botellas recicladas, construido en el marco de la campaña de Consumo Responsable de la Red Tierra del Futuro, en el 2010.
El gran sueño lo estamos construyendo en el presente para que esta experiencia pueda ser replicable en las comunidades locales para generar más espacios de conservación de la biodiversidad pero en interacción directa y equilibrada con las quienes la habitan.
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